5 de marzo de 2009

Sinapsis

Otra vez aquí... mi alma a ser sincera ya no sabe que decir, una y otra vez la realidad de la que formo parte aumenta de presión, la hacemos aumentar de presión... me ahoga para que mentir. Me siento perdido entre estas líneas que acabo de escribir, no encuentro un verdadero camino por el que seguir esperando una esperanza por la que vivir. Por cada palabra que escribo una esperanza se desvanece dentro de un corazón, por cada suspiro que doy, gritan en cualquier parte del mundo pidiendo perdón...
¿No nos damos cuenta de que alguna vez todos pertenecimos al mismo clan? ¿No apreciamos lo que es el verdadero límite? ¿No podemos reconocer el inquebrantable susurro vomitado por nuestra alma expresando dolor? ¿Tan ciegos somos?. Decídmelo una y otra vez, porque si es así, mucho me temó que aquí es cuando verdaderamente ando perdido. Que argucia soñar imaginando que todos miramos hacia un mismo destino, que todos perseguimos un sueño que queda implícito inconscientemente dentro de nuestra particular Ítaca, que alberga solidaridad y tolerancia, ganas de aprender por nosotros y para los demás. ¿Qué la ambición es un buen estimulante del progreso? No digo yo que no, pero ambición no connota violencia, ni tampoco engaño, ni falacia, ni gente hipócrita... sobran argumentos que defiendan algo que es irreal, y que pretendemos idealizar. Todavía espero, sentado, andando de pie contra un muro, que el mañana no lleve un traje de noche...

4 de marzo de 2009

The end

Fin…comienzo del principio



Fin… principio de una nueva etapa… destrucción de sentimientos inalienables y sublimes que terminan amainando tras un desengaño amoroso, aunque perduren en el recuerdo, recuerdo de piedra con un corazón que late cada vez más despacio… ¿Cómo se puede llegar al final, si nunca antes ha existido un verdadero principio…?

Destino frío, tenebroso, hechizante, provocador, cómplice y enemigo del deseo… ¿qué caminos me aguardas?, miro al horizonte con una venda negra en los ojos, una luz me ciega, y algo me incita y me atrae a seguir hacia delante, ¿las respuestas están al otro lado?… ¿Qué he de hacer? Mis pensamientos se escapan en susurros por el viento como el tenue cantar de los pájaros, susurros que nunca nadie podrá escuchar, no sabrán encontrarlos, escondidos de la realidad en una memoria sin fondo…

Vuelvo a encontrarte, ¿el fin ya ha acabado? Inalienables y sublimes sentimientos vuelven a salir, perdidos tras el paso del tiempo, pero de nuevo esa luz… no puedo pararme, debo seguir hacia adelante, aprovechar el momento y ser cómplice de mis recuerdos para afrontar los nuevos comienzos que este juego del azar me ofrece, innumerables argucias habrá en sus caminos… ¿Qué camino coger? Un presente próximo me espera, mi equipaje: el deseo ferviente de aprender.

Pero… ¿Otra vez tú?, la luz ante mí me impide verte, me susurra que algo mejor hay en sus caminos, tú permaneces petrificada en el abismo, ¿Por qué tus sentimientos de piedra endurecieron dando paso a mi olvido tan pronto?, ahora me buscas pero es tarde… el comienzo de un nuevo principio me espera.

3 de marzo de 2009

Primavera

El viento cálido y frío a la vez, hace que las esperanzas vuelvan a volar como alegres pájaros en el aire, como aquellos árboles que se visten de nuevo, tras pasar el invierno sin su ropa. La primavera… el resurgir de los sentimientos, el renacer de la vida… es mirar al horizonte y ver el Sol eterno sobre el mar de la tarde… la primavera es belleza, esplendor, majestuosidad…, simplemente es algo inefable. El esplendor de las ilusiones se deja ver, tras haber estado refugiado en el oscuro y sombrío invierno, que como un niño pequeño se esconde en el abismo de la soledad. Es tal vez la época en que todo florece, es la época que invita al amor a ir de paseo por ese camino retórico, por ese camino que es la vida, camino de sombras y luces, de amoríos y desilusiones, de sonrisas y lágrimas, de triunfos y derrotas, tal vez la vida sea como la primavera, que visiblemente y aunque no nos percatemos de ello, renovamos nuestras esperanzas e ilusiones constantemente, como la primavera hace nacer de nuevo las hojas de los árboles. Nosotros somos como un gran árbol del que poco a poco la mayoría de las flores y hojas acabaran marchitándose, pero, que al contrario, siempre habrá alguna nueva flor por la que luchar, aunque algunos momentos de sequía sean largos, debemos conservar el poco de agua que tengamos y sacarle el máximo partido. A medida que pasen los años la primavera nos obsequiará con nuevas esperanzas, que debemos saber administrar. Porque la primavera es como un sabio y viejo anciano del que paradójicamente todo es joven.